Varices

Esta afección se debe al colesterol, calcio inorgánico y otros elementos inorgánicos que se depositan en las paredes de las venas, causando su obstrucción y dilatación. Los principales culpables alimenticios son las féculas y los azúcares refinados.

Espinaca:

La espinaca cruda desintoxica y estimula el intestino inferior, lo que permite que los desechos se expulsen por ahí en lugar de acumularse y contaminar la sangre. Además, fortalece y equilibra la sangre. Se recomienda tomarla como zumo, combinada en una proporción de 6 partes de espinaca con 10 partes de zumo de zanahoria, con 1 litro al día.

Zumo de remolacha roja:

Un poderoso purificador y fortalecedor de la sangre. El zumo de remolacha roja corrige la toxemia sanguínea que causa las varices. Lo mejor es tomarlo mezclado en partes iguales con zumo de zanahoria, ½ litro al día. También se puede consumir 250 c.c. de zumo de remolacha puro, repartido en pequeños sorbos a lo largo del día.

Ajo:

El ajo crudo disuelve los depósitos de colesterol y calcio inorgánico que provocan la aparición de varices.

Zumo de perejil:

El zumo de perejil crudo es uno de los más eficaces para mejorar el metabolismo del oxígeno, limpiar la sangre, disolver los depósitos en las venas y mantener la elasticidad de los vasos sanguíneos, especialmente de los finos capilares. Debido a su intensidad, debe mezclarse con zumo de zanahoria en una proporción de 4 partes de perejil por 12 de zanahoria, o con otras combinaciones, con ½ litro al día.

Otros alimentos beneficiosos:

Zumo de lechuga, nabos, berros, uvas negras (en dieta exclusiva durante 1-5 días, según la gravedad del caso), setas negras, melaza, lecitina.

Alimentos a evitar:

Leche pasteurizada, féculas refinadas (especialmente harina blanca), azúcares refinados, huevos cocidos y carnes demasiado cocidas, grasas hidrogenadas.