Trastornos Hepáticos
(CIRROSIS Y HEPATITIS)
Endurecimiento, congestión y degeneración del hígado a causa del excesivo consumo de féculas refinadas (especialmente harina blanca), azúcares refinados, grasas hidrogenadas y carnes demasiado cocidas, y de la insuficiencia de alimentos crudos en la dieta; también puede deberse al abuso del alcohol y las drogas, incluyendo la nicotina.
Levadura:
La levadura activa es una poderosa fuente de vitaminas B y ácido pangámico, que resultan esenciales para la función hepática y contribuyen a reducir la inflamación del hígado; 1 paquete de levadura activa granular en un vaso de agua tibia, dos veces al día y siempre con el estómago vacío; no combinar con ningún otro alimento.
Tomate:
El tomate crudo contribuye eficazmente a reducir la inflamación del hígado causada por la hepatitis y la cirrosis; lo mejor es alimentarse exclusivamente de tomate crudo, entero o en zumo, durante 1-3 días; puede mezclarse con zumo de zanahoria, que mejora su sabor y proporciona beneficios terapéuticos adicionales.
Zumo de zanahoria:
El zumo de zanahorias frescas es uno de los mejores desintoxicantes del hígado cuando se consume en dosis de 1-1 ½ litros al día. Estas dosis a veces producen una tonalidad anaranjada en la piel; contrariamente a la creencia popular, este color no se debe al caroteno (las remolachas no tiñen la piel de rojo, ni las espinacas de verde), sino a la bilis tóxica expulsada del hígado por las enormes dosis de zumo de zanahoria; la corriente sanguínea no puede excretar la bilis a través de los riñones con la suficiente rapidez, de modo que se expulsa a través de la piel; cuando el hígado está limpio, la piel no se vuelve de color naranja por mucho zumo de zanahoria que se beba.
Calabaza de verano:
Especialmente rica en sodio, la calabaza de verano es un excelente remedio alcalinizador que combate la acidosis del hígado y la sangre debida a una insuficiente función hepática. Ligeramente salteada, sin sal ni especias.
Otros alimentos beneficiosos:
Remolacha cruda (entera o en zumo); col; calabacín; judías verdes (enteras o en zumo); hígado de ternera; espinaca cruda; semillas de girasol sin tostar; soja.
Alimentos a evitar:
Todas las frituras; carne demasiado cocida; féculas y azúcares refinados; alcohol; drogas; alimentos con aditivos y conservantes químicos.